Cuando un emprendedor decide abrir un local comercial para vender sus productos o servicios deberá tener en cuenta: la estética del mismo según lo que se desea comunicar con la marca, la funcionalidad del espacio y la optimización del mismo, cómo los clientes perciben el ambiente y que flujo de movimiento es necesario lograr al momento que los clientes visitan el local o cómo lograr el foco en algo.

Muchas de las variables mencionadas son el eje de trabajo del proyecto.

El diseño de locales implica la arquitectura exterior e interior, cartelería, mobiliario, luminaria, etc. El diseño debe contribuir a reafirmar una imagen de marca y sustentar una estrategia comercial, por lo que el diseño de la tienda deberá entender y responder a las necesidades de la marca, el vendedor y del cliente final, comprendiendo el target e impulsando a la compra.

“la finalidad de un espacio comercial
consiste en exponer y vender artículos, mientras que la función de la tienda es la de acercar
el artículo al observador, dándole la oportunidad de poder apreciarlo de cerca,
contemplarlo, manipularlo, informarse y comprarlo” (Asencio Cerver, 1990, p.85)